Cuando destapas la creatividad, todo fluye

Durante años, la historia de Para encontrarte —nombre tentativo de la saga donde Andy & Jack es el primer volumen— vivió en mi cabeza. La repasé mil veces, la sufrí, la disfruté y la vi crecer dentro mío como un universo paralelo.
Y sí, llegué a pensar que nunca aterrizaría en papel. Que se quedaría como mi refugio mental en los momentos aburridos de la vida real.

Pero Andy & Jack ya vio la luz… o está a punto de hacerlo.
Y mientras eso sucede, el segundo libro empieza a formarse: con nuevas escenas, ideas locas, puntos de giro, emociones intensas…
Aún falta trazar el mapa, pero ya siento esa energía de cuando todo empieza a tomar forma.

Lo más loco es que no es lo único: otras historias empiezan a asomarse también. Algunas llegaron de forma inesperada, incluso una nació de un sueño. ¡Literalmente, soñé una escena, los personajes y me desperté corriendo a escribir!
Porque cuando abres la tapa de la creatividad, las ideas no paran.
Fluyen.
Como cucarachas en una alcantarilla.
(Sí, lo sé, la metáfora es asquerosa… pero es honesta. Y real).

Y ahora me pregunto…
¿Me alcanzará la vida para escribir todas esas historias?